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30 de junio de 2020

Estimados compatriotas:

Estados Unidos ahora es responsable del 20 por ciento de todas las infecciones de COVID-19 a nivel mundial. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) el mayor número de nuevos casos se registra entre los adultos jóvenes y proviene de 22 estados en el sur y el oeste. Tras meses de cuarentena y distanciamiento social, el COVID-19 aún no se ha dado por vencido, y nosotros tampoco debemos hacerlo.

Quizá hayan escuchado a algunas fuentes informativas anunciar que el número de casos nuevos está disminuyendo. De hecho, el número de casos nuevos por día en todo el país ha permanecido constante, en alrededor de 20,000. Pero al ver más allá del promedio nacional, verán que la historia por regiones es bastante alarmante. Son dos historias totalmente distintas.

Por una parte, tenemos ciudades como Detroit, Nueva York y Washington, D.C. que antes fueran epicentros durante el brote inicial, ahora están reportando un veloz descenso de infecciones nuevas.

Por otra parte, tenemos ciudades como Houston, Atlanta y Miami que parecían inmunes en enero y febrero, pero que ahora tienen que lidiar con números récord de infecciones. En el Condado de Dallas, por ejemplo, las autoridades sanitarias reportaron el lunes una cifra récord de un solo día de 454 nuevos casos de coronavirus. Steve Adler, alcalde de Austin, afirma que los residentes de su ciudad tienen tres veces más probabilidades de contraer el virus que hace tres semanas.

Algunos afirman que el incremento del número de personas infectadas es el resultado del aumento de las pruebas. El Dr. Tom Inglesby, director del centro para la seguridad de la salud, Center for Health Security de Johns Hopkins Bloomberg School of Public Health, no está de acuerdo. El Dr. Inglesby cree que las reuniones numerosas en lugares cerrados y el incumplimiento de las reglas sobre el distanciamiento social de los CDC pueden estar ocasionando la «súper propagación».

«Debemos insistir en que las personas usen mascarillas, se mantengan a distancia, eviten las reuniones numerosas, usen desinfectante para manos o se laven las manos», dijo Inglesby.

Los adultos jóvenes también podrían tener parte en esto. El mayor número de casos nuevos en Florida y Louisiana corresponde a personas jóvenes. En el Condado de Dallas, casi la mitad de todas las infecciones por coronavirus nuevas correspondía a personas entre 18 y 39 años. Queda claro que nadie es inmune. Las personas más jóvenes deben prestar atención a las advertencias. Eso es especialmente relevante a medida que más estados sureños relajan las restricciones para negocios no esenciales.

¿Y ahora qué sigue? El Dr. Ashish Jha, director del instituto de la salud mundial, Harvard Global Health Institute, afirma que las restricciones que todos estamos tan desesperados por desechar, muy probablemente continuarán en el futuro previsible.

«No tan solo no se está debilitando», comentó Jha, «sino que seguirá estando entre nosotros durante al menos 12 meses más, y esta es la situación más optimista hasta que tengamos una vacuna».

Estoy de acuerdo. Es probable que todavía estemos a un año de poder contar con algún tratamiento o vacuna eficaz. Ya es hora de que todos hagamos lo que sabemos que funciona. Sin haber una vacuna, la precaución es la única respuesta por el momento. Necesitamos adoptar la precaución como nuestra nueva norma. Esta es la única forma en que podremos salir adelante en el futuro cercano.

Cuídense y protéjanse, y no se olviden de asegurarse que sus seres queridos y vecinos se encuentran bien el fin de semana del cuatro de julio. Recuerden, FaceTime y Zoom son excelentes medios para permanecer en comunicación.

El Dr. George Rapier es el fundador of WellMed

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