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Cómo el trabajo en equipo ayuda a nuestros pacientes a recuperarse cómodamente en casa

Conozca a los equipos que trabajan para afinar el proceso de la atención

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Claudia Velez y el Dr. Jay Ranawat

Un paciente de Florida no estaba enterado de las reuniones, llamadas y coordinación entre los integrantes del equipo que se necesitaban para garantizar que él pudiera descansar cómodamente en casa con el oxígeno que necesitaba. Y nunca lo estará.

El proceso que dio lugar a la comodidad del paciente se debe al equipo de profesionales que lo lograron. Son los médicos, hospitalistas, gestores de atención, directores médicos y otros integrantes de los equipos de la clínica y del hospital que se reúnen cada semana en las juntas de Coordinación de la Atención al Paciente (PCC, por sus siglas en inglés) para hablar sobre los pacientes hospitalizados o en riesgo de ser hospitalizados.

El equipo califica el riesgo de hospitalización de los pacientes en una escala del uno al cinco, siendo cinco el riesgo más alto. En estas reuniones semanales de 1 hora también identifican a pacientes que pudieran necesitar cuidados terminales o pláticas sobre los cuidados al final de la vida. Estas reuniones se llevan a cabo en las regiones de Orlando y Tampa.

Las reuniones de PCC, que comenzaron en enero de 2025, ayudan a la atención al paciente no solo por medio de una mejor colaboración en las estrategias de tratamientos, sino también al conectar a personas que, de lo contrario, no se habrían conocido en persona, comentó el Dr. Jay Ranawat, subdirector médico de  hospitalistas en la región de Orlando. “Ha sido un efecto secundario, un efecto positivo”, afirmó el doctor.

El caso del paciente que necesitaba oxígeno es un ejemplo clásico. El paciente del que se ha hablado en previas reuniones de PCC acudió a la clínica de Optum Park Avenue en Apopka, Florida, para una visita de cuidados agudos en las últimas horas de la tarde.  Sus síntomas de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (COPD, por sus siglas en inglés) habían empeorado repentinamente.

El paciente recibió esteroides y nebulización, pero su nivel de oxígeno en sangre seguía siendo del 80-85% en aire ambiente durante un esfuerzo mínimo. Un nivel de oxígeno sano es de por lo menos un 95%.

Para permitir que el paciente se recuperara en casa, él iba a necesitar un tanque de oxígeno. La clínica le había prestado un tanque, pero el oxígeno estaba por terminarse, así que la clínica tenía que conseguirle más casi inmediatamente. En ese momento es que dio resultado la PCC.

Cómo el equipo consiguió lo que el paciente necesitaba

El proveedor médico del paciente pidió que el coordinador de remisiones hiciera un seguimiento de la solicitud de oxígeno, pero la compañía de suministros médicos dijo que no podía entregar el oxígeno hasta dentro de unos días. Fue entonces cuando Claudia Velez, administradora de la clínica, se comunicó con otros integrantes de la PCC para pedir ayuda. Uno sugirió que hablara con René Hamm, una enfermera de transición de cuidados agudos, que forma parte del equipo de hospitalistas del Dr. Ranawat.

René tenía conocidos dentro de la compañía de suministros médicos por experiencias previas. Encontró a la persona indicada que hizo el pedido para que el paciente pudiera recibir su oxígeno esa noche y así evitar ser hospitalizado.

“Quiero felicitar a Claudia por comunicarse con varias personas y a René por hacer su máximo esfuerzo”, dijo el Dr. Ranawat. “Así es como debe ser la colaboración entre consultorio y hospitalista”.

Por qué el equipo de Coordinación de la Atención al Paciente marcó la diferencia

Contar con la PCC ayudó a que los equipos de la clínica y de hospitalistas fueran conscientes de las necesidades de este paciente y también conscientes de los demás integrantes. Eso ayudó a que se resolviera un problema sin que el paciente se diera cuenta de lo cerca que estuvo de ser hospitalizado en vez de irse a su casa a recuperarse.

“La PCC permite que todas las partes sepan lo que se ha intentado, y tengan distintas oportunidades de participar en la atención”, dijo René. “Les da a todos claridad de lo que está pasando con los pacientes y pueden conocer a todos los que trabajan con ellos. Logramos sentirnos más cómodos con todos los demás. Uno se convierte en una persona con una cara, no solamente un nombre en un correo electrónico

“Ahora sabemos que no estamos solos, trabajando en nuestra burbuja personal”, dijo Claudia. “Creemos que hemos intentado todo, pero cuando nos conectamos con otras personas que realizan otras funciones, obtenemos más ideas, juntos, sobre lo que podemos hacer para brindarles la mejor atención a nuestros pacientes”.