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Drew Rosiles

Un latido de gratitud

Picture of Drew Rosiles

"Estoy vivo gracias a los extraordinarios cuidados de WellMed y Simm Kapkeo".

Drew Rosiles, de 35 años, estaba muy ocupado. Entre el tiempo que dedicaba a su prometida y los frecuentes viajes de trabajo le quedaba poco tiempo para preocuparse por su salud, así que cuando empezó a experimentar algunos síntomas desconcertantes, los ignoró.

“Durante dos semanas tuve visión en túnel, sensaciones de hormigueo y dolor ocasional en el pecho”, comentó Drew. Lo atribuyó al cansancio. Un día, mientras conducía de vuelta a casa, los síntomas fueron tan intensos que le preocupaba estar poniendo en riesgo a los demás por estar en la carretera, así que paró y decidió programar una cita para ver a su médico de atención primaria, el Dr. Anis Ansari.

Durante la visita al médico, Simm Kapkeo, uno de los asociados médicos certificados (CMA, por sus siglas en inglés) de WellMed at Hebron en Carrollton, Texas, realizó la evaluación de Drew. Simm reconoció la premura de los síntomas de Drew, y después de una revisión inicial de su electrocardiograma, supo que algo andaba muy mal.

“Actué por instinto”, afirmó Simm. “Sabía que algo no estaba bien”.

Aunque el Dr. Ansari estaba con otro paciente, Simm se dio cuenta de que esto no podía esperar.

“Cuando vi que el electrocardiograma era anormal, supe que era un caso urgente”, agregó Simm. Tocó a la puerta suavemente y le pidió al Dr. Ansari que revisara los resultados del electrocardiograma.

El tono sereno, pero a la vez serio del Dr. Ansari mientras le comunicaba el diagnóstico de un bloqueo cardíaco total afectó mucho a Drew. “Su frecuencia cardíaca es de 38 latidos por minuto”, reveló el Dr. Ansari. “He llamado a sus padres para que vengan a buscarlo; usted no puede conducir”.

El pánico se apoderó de la mente de Drew al pensar en su prometida y en el incierto camino que le esperaba. “La gravedad de mi estado me sacudió”, añadió Drew. Sus padres lo llevaron en coche al hospital Baylor, Scott & White en Plano, donde lo ingresaron de inmediato y lo llevaron al quirófano.

El torbellino continuó mientras Drew se sometía a una operación de corazón y se le colocaba un marcapasos.

“Me asustaba lo desconocido”, confesó Drew. “Pero el apoyo del equipo médico alivió mis preocupaciones”. El abrazo compasivo y la serenidad de Simm tuvieron un fuerte impacto. “Él sabía que yo estaba asustado”, reconoció Drew con gratitud.

La vida después de la cirugía requirió ajustes, como limitaciones al levantar peso y extremar las precauciones en determinados entornos. Su trabajo en seguridad de la salud medioambiental le obliga a evitar lugares y objetos con campos magnéticos de alta intensidad, haciendo cambios en su estilo de vida como abstenerse de usar audífonos, llevar el reloj en la muñeca derecha y utilizar el teléfono en la oreja derecha o con el altavoz.

“He tenido que adaptarme”, admitió Drew. “Pero el apoyo de mis amigos y mi atento equipo médico lo han hecho más llevadero”.

Esta experiencia me ha transformado”, afirmó Drew. “Me hizo sentir más respeto por los profesionales de la salud y reconocer la importancia de los chequeos periódicos”. ¿Qué les aconseja a otras personas con problemas de salud similares? “No se demoren en buscar ayuda, confíen en sus instintos y comuníquense abiertamente con su proveedor de atención primaria”, afirmó. “Esta experiencia ha sido un claro ejemplo de la importancia de escuchar a su cuerpo y del increíble impacto de recibir atención a tiempo”.

Su historia es una muestra de fortaleza, agradecimiento y el enorme impacto de contar con un equipo de atención médica solidario.

Hoy en día, Drew sigue estando agradecido.

“Esta experiencia me ha enseñado a dar prioridad a la salud y a valorar cada momento”, afirmó. “Estoy vivo gracias a los extraordinarios cuidados de WellMed y Simm Kapkeo”.