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Las mujeres corren mayor riesgo que los hombres de padecer varias afecciones. Ponga de su parte para protegerse de estas siete amenazas.

8 de mayo de 2024

De la de la Dra. Amber Stephens
Optum – Main
Dunedin, Florida

A medida que se envejece, es importante cuidar su salud. Esto es especialmente cierto en el caso de las mujeres adultas mayores que son más susceptibles a ciertas afecciones. Estos son siete de los problemas de salud más comunes que enfrentan las mujeres mayores de 65 años, incluyendo consejos para reducir el riesgo de padecerlos.

1: Cardiopatías
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) afirman que las cardiopatías son la principal causa de muerte de las mujeres en los Estados Unidos. Las personas mayores de 65 años tienen más probabilidades que las jóvenes de sufrir un infarto de miocardio, accidente cerebrovascular, arritmias o desarrollar cardiopatías o insuficiencia cardíaca.

Las mujeres pueden tener problemas de salud que pueden aumentar su riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, como hipertensión (presión arterial alta), colesterol elevado, diabetes mellitus tipo 1 y 2, y obesidad. La hipertensión en las mujeres está subdiagnosticada e incrementa su riesgo de sufrir accidentes cerebrovasculares y cardiopatías.[1]

2: Cáncer
El cáncer afecta a personas de todas las edades, pero el riesgo aumenta con la edad. Se calcula que en 2023 se diagnosticó cáncer a 2 millones de personas en los Estados Unidos. Es la segunda causa principal de muerte entre las mujeres mayores.

Los cánceres más frecuentes en las mujeres mayores de 65 años son de el de seno, pulmón y colorrectal. El cáncer de seno es el más frecuente en mujeres de todas las edades. La detección temprana del cáncer puede salvarle la vida, así que acuda al médico lo antes posible si nota algo inusual. Hágase revisiones periódicas, como mamografías y pruebas de detección de cáncer colorrectal, especialmente a partir de los 65 años. Hable con su médico para saber qué pruebas son las más adecuadas para usted. La mejor manera de prevenir el cáncer es dejar de fumar. Estudios recientes demuestran que el consumo de alcohol también está vinculado al cáncer. El alcohol es responsable del 6% de los cánceres a nivel nacional, incluidos los de seno y colon. Este dato es válido para todo tipo de alcohol.[2]

3: Accidente cerebrovascular
El accidente cerebrovascular es la tercer causa principal de muerte en mujeres, y es la principal causa de discapacidad. Según los CDC, una de cinco mujeres de entre 55 y 75 años sufrirá un accidente cerebrovascular.

Las mujeres tienen más probabilidades de sufrir un accidente cerebrovascular que los hombres, y su riesgo aumenta a medida que envejecen. Las razones son complejas, pero probablemente se deban a una combinación de factores, como las diferencias hormonales, el estilo de vida y la genética. Es importante que las mujeres sean conscientes de su riesgo de ataque cerebrovascular y tomen medidas para reducirlo, como seguir una dieta sana, hacer ejercicio con frecuencia, acudir al médico con regularidad y controlar la presión arterial y el colesterol.[3]

4: Diabetes

La diabetes mellitus es una enfermedad crónica grave que afecta la forma en que el cuerpo transforma los alimentos en energía. Es una realidad evidente. En 2023, los CDC informaron que el 29.2%, es decir, 16.5 millones de adultos de 65 años o más padecían diabetes.[4] Aunque tanto los diabéticos de tipo 1 como los de tipo 2 tienen un mayor riesgo de complicaciones, la diabetes de tipo 2 es más común a medida que las personas envejecen, debido a su estilo de vida.

La diabetes es un problema grave para los adultos mayores, ya que puede ocasionar una serie de complicaciones de salud, como un mayor riesgo de cardiopatías, accidentes cerebrovasculares, insuficiencia renal, lesiones nerviosas, ceguera, caídas, fracturas y otras lesiones. Las mujeres son más propensas a sufrir estas complicaciones que los hombres. El control eficaz de los niveles de azúcar en la sangre y el control de las afecciones comórbidas pueden ayudar a reducir el riesgo de complicaciones.[5]

5: Enfermedad de Alzheimer/demencia

La enfermedad de Alzheimer es un trastorno cerebral progresivo que afecta la memoria, el pensamiento y el comportamiento. Aunque la demencia puede deberse a varias causas, las más comunes están relacionadas con la demencia vascular (causas similares a las cardiopatías y los accidentes cerebrovasculares) y el Alzheimer.

A medida que aumentan los estudios de investigación, la enfermedad de Alzheimer empieza a conocerse como “diabetes mellitus de tipo 3”. Por eso, se recomienda llevar una vida sana y recibir atención médica a tiempo para prevenir la enfermedad. En los Estados Unidos, casi 4 millones de los más de 6 millones de enfermos de Alzheimer son mujeres. Las mujeres a partir de los 60 años tienen el doble de probabilidades de desarrollar la enfermedad de Alzheimer que de padecer cáncer de seno. De hecho, una de cinco mujeres de 65 años o más sufrirá esta enfermedad.[6]

6: La obesidad

La obesidad entre las mujeres mayores en los Estados Unidos va en aumento. Más de dos tercios de los adultos mayores en los Estados Unidos son obesos o tienen sobrepeso. El 46% de las mujeres de 65 a 74 años o más son obesas.[7]

La obesidad es un importante factor de riesgo de varias enfermedades crónicas, como las cardiopatías, los accidentes cerebrovasculares, la diabetes tipo 2 y el cáncer. También está vinculada a un mayor riesgo de muerte.

7: Osteoporosis

Según la Fundación Nacional de la Osteoporosis, la mitad de todas las mujeres mayores de 50 años desarrollarán osteoporosis, y el 80% de los estadounidenses con osteoporosis son mujeres.[8]

Las mujeres también sufren entre el 75 y el 80% de todas las fracturas de cadera. Para las personas mayores, una fractura de cadera puede significar el fin de su vida independiente y su ingreso a un hogar para adultos mayores. La osteoporosis  puede ser una amenaza grave para su capacidad de llevar una vida independiente y autónoma. El índice de mortalidad por fracturas de cadera es alto, por lo que es importante detectar la osteoporosis a los 65 años y hablar sobre las opciones de tratamiento con un médico.

 

Las visitas periódicas al médico son fundamentales para mantenerse sano. Su médico puede ayudarle a prevenir y controlar sus afecciones. Es importante que sea sincero con su médico sobre sus síntomas para que él pueda tener una perspectiva completa de su estado de salud. La detección temprana es clave para controlar muchas afecciones. Si acude a su médico con regularidad, podrá detectar posibles problemas a tiempo, cuando son más fáciles de tratar.

Estos son algunos consejos para que las mujeres mayores de 65 años reduzcan el riesgo de enfermedad:

  • Siga una dieta sana que incluya muchas frutas, verduras y granos integrales.
  • Haga ejercicio con regularidad, que incluya entrenamiento de resistencia
  • Duerma lo suficiente
  • Controle el estrés
  • No fume
  • Limite o elimine el consumo de alcohol
  • Hágase pruebas periódicas para detectar el cáncer y otras enfermedades

 

[1] Women and Heart Disease, Centers for Disease Control and Prevention, enero de 2024

[2] ¿Beber alcohol puede causar cáncer? Infórmese sobre los riesgos en Memorial Slaon Kettering Cancer Center, 3 de enero de 2024

[3] Woman and Stroke: Centers for Disease Control and Prevention 4 de mayo de 2023

[4] National Diabetes Statistics Report, Centers for Disease Control and Prevention, 29 de noviembre de 2023

[5] Diabetes and Women, (La diabetes y las mujeres) Centers for Disease Control and Prevention, 19 de marzo de 2024

[6] Las mujeres y la enfermedad de Alzheimer Alzheimer’s Association

[7] Rising Obesity in an Aging America: Policy and Program Implications, (Aumento de la obesidad en un país que envejece: Implicaciones políticas y de los programas) PRB, 2022

[8] Osteoporosis Risk Factors (Factores de riesgo de la osteoporosis), UC San Diego Health, 2024

La Dra. Amber Stephens está titulada por el Consejo Examinador en Medicina Familiar, recibió su título de médico de Drexel College of Medicine en Filadelfia y cumplió su residencia en Bayfront Family Medicine en St. Petersburg, Florida. La doctora está afiliada a la clínica Optum–Main.

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