Abril es el Mes Nacional de la Salud de las Minorías, que centra la atención en los problemas de salud más comunes que afectan a las comunidades minoritarias.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) definen la igualdad en salud como “un estado en el que todas las personas tienen una oportunidad justa y equitativa de alcanzar su máximo nivel de salud”. Sin embargo, los estudios han demostrado que existen muchas desigualdades en las comunidades minoritarias. Por este motivo, ciertas enfermedades afectan a unas comunidades más que a otras.
Según los CDC, la diabetes, la anemia falciforme, el asma, la obesidad, la hipertensión, el cáncer, el VIH/SIDA y las cardiopatías son algunas de las afecciones más comunes en las comunidades de color. Existen muchas razones para esto, como el entorno vital, la genética, las cuestiones socioeconómicas, las opciones de estilo de vida o una combinación de estos factores.
Por ejemplo, los aspectos culturales y socioeconómicos de la comunidad hispana pueden repercutir en la salud en general. La Dra. Liliana Zúñiga, doctora de atención primaria de WellMed en El Paso, Texas, dijo que los hispanos tienden a acudir al médico solamente cuando se sienten enfermos. No suelen hacerse chequeos periódicos ni pruebas de detección para prevenir enfermedades o detectarlas a tiempo.
La Dra. Zúñiga recomienda a sus pacientes que se hagan exámenes físicos anuales y análisis de sangre para detectar enfermedades como la diabetes, la hipertensión, las enfermedades renales, las cardiopatías y varios tipos de cáncer.
La dieta poco saludable y la falta de ejercicio también contribuyen a la epidemia de obesidad, comentó la doctora, lo cual puede ocasionar otras afecciones crónicas. Por ejemplo, las dietas tradicionales de los hispanos en los Estados Unidos tienden a ser ricas en carbohidratos simples e incluyen muchos alimentos fritos.
Además, muchos adultos mayores no hacen suficiente ejercicio. El tabaquismo crónico también es un factor que contribuye a una mala salud.
La Dra. Zúñiga afirma que trata de mantener pláticas con sus pacientes, en lugar de decirles lo que tienen que hacer para llevar una vida más sana.
Por ejemplo, para animar a los pacientes a hacer ejercicio, les sugiere que empiecen por caminatas de 10 minutos, dos o tres veces al día. También les aconseja que aprovechen los recursos gratuitos o de bajo costo que hay en la comunidad, como el YMCA local o un centro de actividades para adultos mayores. Estas sencillas medidas pueden conducir a cambios positivos más importantes en su comunidad.
Estas son algunas formas de fomentar un estilo de vida más sano:
- Siga una dieta saludable. Reduzca su consumo de alimentos con grasas saturadas, procesados y/o azucarados, y coma más proteínas magras, frutas y verduras.
- Cultive sus propios vegetales. Algunas comunidades se encuentran en “desiertos alimentarios”, es decir, zonas donde escasean los alimentos más saludables, como frutas y verduras frescas.
- Mantenga un peso saludable.
- Haga ejercicio con regularidad.
- Si usted fuma, deje de hacerlo. Inscríbase en un programa que le ayude.
- Hágase un chequeo médico en el consultorio de su doctor y hágase las pruebas de detección preventivas.
- Infórmese sobre las enfermedades comunes que afectan a su comunidad. Puede investigar en Internet o en su biblioteca local, o hablar con su médico.
- Mantenga una buena salud mental recurriendo a la religión, la espiritualidad, el yoga, la oración o la meditación.
- Establezca un sistema de apoyo comunitario formado por amigos y familiares.
Estas sugerencias se ajustan al modelo de atención de WellMed par ayudar a los pacientes a llevar una vida más sana.
Para obtener más información, visite cdc.gov/healthequity/whatis/index.html (en inglés).