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Bajo la dirección del Dr. Michael Almaleh, el Centro de Rehabilitación Cardíaca WellMed en San Antonio, Texas, ofrece a los pacientes un centro de vanguardia donde los pacientes reciben fisioterapia monitoreada para el corazón, combinada con educación y modificación del estilo de vida.

9 de febrero de 2024

Semana Nacional de Rehabilitación Cardíaca, del 12 al 18 de febrero

El corazón humano es el músculo más importante e increíble del cuerpo y late aproximadamente 100,000 veces cada día para enviar 3,600 galones de sangre a través de 75,000 millas de vasos sanguíneos. A pesar de lo asombroso que es el corazón, las enfermedades cardiovasculares (CVD, por sus siglas en inglés) han sido la principal causa de muerte entre los estadounidenses desde 1920, y para 2035, se calcula que el porcentaje de estadounidenses con CVD aumentará a un 45% (131.2 millones) de la población total de los Estados Unidos.1

Las CVD incluyen padecimientos como la hipertensión arterial, cardiopatía coronaria, accidente cerebrovascular, insuficiencia cardíaca congestiva y fibrilación auricular.

Sin embargo, en muchos casos el corazón puede recibir tratamiento y, como sucede con cualquier músculo, cuando está en proceso de sanación, requiere rehabilitación.

En agosto de 2021, el objetivo del Dr. Michael Almaleh de un programa de rehabilitación cardíaca de WellMed se hizo realidad con la apertura del Centro de Rehabilitación Cardíaca de WellMed en San Antonio, Texas.

“La rehabilitación cardíaca no es un concepto nuevo. Consiste básicamente en fisioterapia monitoreada del corazón, en combinación con enseñanza y modificación del estilo de vida”, dijo el Dr. Almaleh, jefe de cardiología y atención especializada de WellMed de la región mayor de Texas.

“Lo nuevo es que ahora disponemos de nuestro propio programa y centro donde podemos atender a nuestros pacientes”.

WellMed designó a Rachel Stolts, Enfermera registrada y antigua enfermera de la Unidad de Cuidados Intensivos para que diseñara el nuevo programa de atención.

“Yo no tenía experiencia en rehabilitación cardíaca, pero acepté el reto”, dijo Rachel. Ella dedicó muchas horas a la investigación minuciosa y siguió de cerca la labor de otros profesionales que dirigían un programa similar en el centro médico militar, Brooke Army Medical Center.

“El programa implica un gran compromiso con nuestros pacientes”, afirmó Rachel. “Los pacientes deben completar 36 sesiones de una hora para poder graduarse. A pesar del arduo trabajo, muchos pacientes vienen dos o tres veces por semana”.

“Muchos de nuestros pacientes comienzan a ver que los beneficios de tener un corazón más fuerte y más sano, así como el conocimiento de cómo llevar una vida saludable para el corazón, justifican cada minuto de trabajo y cada gota de sudor”, dijo el Dr. Almaleh.

Según la Asociación Americana del Corazón, la rehabilitación cardíaca le ayuda a recuperar el control de su salud y reduce su riesgo de sufrir un segundo episodio cardíaco, como un infarto.

Los cinco componentes principales de la rehabilitación cardíaca, según el Consejo Internacional de Prevención y Rehabilitación Cardiovascular (sitio web en inglés), son el asesoramiento nutricional, la modificación de los factores de riesgo, la gestión psicosocial, la educación del paciente y el entrenamiento físico.

“Todos los pacientes con insuficiencia cardíaca, enfermedad vascular periférica, reemplazo valvular o cirugía de bypass (derivación) necesitan un programa como este que les ayude a vivir más tiempo con menos complicaciones”, comentó el doctor. “Sin embargo, a nivel nacional, únicamente el 25% de los pacientes con Medicare que califican para recibir rehabilitación cardíaca están inscritos en un programa”.

Hasta la fecha, el 47% de los pacientes de WellMed inscritos han completado el programa. Aunque la cifra no parezca impresionante a primera vista, en comparación con el promedio nacional del 26.9%, este programa presume de un mejor porcentaje de cumplimiento.

En la evaluación inicial, Rachel evalúa las capacidades, limitaciones y situación del paciente. “Quiero tener una buena idea del punto de partida del paciente. Hablo con el paciente para evaluar su situación de vida, movilidad, capacidad cognitiva, cumplimiento con la medicación, nivel de estrés, sistema de apoyo, y cualquier cosa que sea un factor de riesgo”, explicó. “Después les pongo a hacer una prueba en cinta rodante de seis minutos con electrocardiograma. Esto lo hacen a su propio ritmo y pueden parar y empezar cuando lo necesiten. Luego, dependiendo de su situación y sus capacidades, establecemos juntos un objetivo”.

“Paradójicamente, muchas personas creen que sus limitaciones físicas les impedirán hacer ejercicio y que su corazón es demasiado frágil para el programa. Para ayudar a aliviar sus temores, empezamos muy despacio para que no se desanimen y no se lesionen. Modifico los ejercicios para adaptarlos a las capacidades de los pacientes, e incluimos ejercicios de fuerza para que tengan una buena base sólida”, expresó Rachel. “Así les demuestro que su corazón no es frágil, y que lo estamos fortaleciendo”.

Al Dr. Almaleh le gustaría que el programa siguiera creciendo. “Estoy orgulloso de cómo hemos creado este programa. Tenemos un personal increíble, equipo estupendo y un programa completo, todo con el único objetivo de beneficiar a nuestros pacientes”, afirmó el doctor.

Rachel está de acuerdo. “Les damos a nuestros pacientes todo tipo de recursos, les animamos y hacemos que sea divertido”.

Lo mejor, dice Rachel, es establecer relaciones y la satisfacción de ver que a sus pacientes les va tan bien.

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1 Burden-Report-Consumer-Report.pdf (heart.org)

2 https://www.ahajournals.org/doi/10.1161/CIRCOUTCOMES.119.005902

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