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David Smith

LVN (Enfermero vocacional con licencia) de WellMed San Antonio Senior Center

“Desde el día que conocí a David supe que lo quería en mi equipo”.

David Smith nunca ha tenido una vida fácil. Nació tres meses antes de tiempo en un hogar fracturado donde las drogas y el abuso eran algo normal. Nació con retinopatía del prematuro, una enfermedad que puede causar discapacidad visual y ceguera en los bebés prematuros.

David luchó contra la discapacidad visual durante toda su vida. No puede ver con el ojo derecho y tiene la vista limitada en el ojo izquierdo que le permite desplazarse sin ayuda en lugares conocidos.

En 2016, a los 34 años, fue declarado legalmente ciego. Ese momento crucial de su vida le llevó a convertirse en enfermero de WellMed, y líder de la comunidad de discapacitados visuales en San Antonio, Texas.

Cambio de vista y de actitud

David no perdió la vista de la noche a la mañana. “Durante mucho tiempo sentí que tenía que pasar desapercibido. Estaba en busca de la persona que yo quería ser”, dijo David, un enfermero vocacional con licencia (LVN) e instructor de acondicionamiento físico del centro para adultos mayores, Northeast Senior Center, en San Antonio. “Pero a medida que mi vista empeoraba, no podía ocultar el hecho de que casi tenía que apoyar la cara en un libro para poder leerlo, y para poder ver la cara de alguien tenía que meterme en su espacio personal, lo cual resultaba muy incómodo”.

David adquirió una ferviente pasión por ayudar a los demás a aceptar los desafíos y hacer cambios para mejorar su salud. También le apasiona ayudar a la gente a ver capacidades en los demás en lugar de discapacidades. “Soy una persona totalmente diferente de la que era antes de ser legalmente ciego”, comentó. “Supongo que me dio la confianza de saber que puedo hacer cualquier cosa”.

Sacar buenas calificaciones en la escuela y el mundo real

David puso manos a la obra, y a los libros, para estudiar para enfermero.

“No fue fácil. Tuve que esforzarme más y pasar muchas horas más estudiando debido a mi discapacidad visual”, añadió. “Lo logré con tres o cuatro horas de sueño cada noche”.
La dedicación dio sus frutos. David se graduó como primero de su clase en la escuela de enfermería en 2005. Tuvo éxito a pesar de la falta de dispositivos de adaptación en su universidad que pueden ayudar a los discapacitados visuales, como las lupas de video manuales.

Al graduarse, le aconsejaron que buscara un entorno de ritmo lento. “He tenido que defenderme, incluso de mis propios colegas”, dijo David. “Con el tiempo, empecé a dudar de mí mismo”.

Había obstáculos en su camino profesional. Estaba trabajando en WellMed como codificador médico. Su trabajo consistía en revisar el papeleo y codificar diagnósticos. A pesar de contar con equipos de adaptación, David dice que no podía hacer bien su trabajo y cumplir con las cuotas. Sufría de dolor de ojos y luces parpadeantes. Finalmente, no pudo aguantar el ritmo.

Un vínculo formado gracias a la tenacidad

Cuando UnitedHealth Group compró una importante participación en WellMed, las estructuras de trabajo cambiaron, pero David permaneció en la compañía. Temiendo que sus días estuvieran contados, escribió una carta explicando que sabía que podía ser un buen elemento para la empresa. Envió esa carta a todos los responsables de la cadena de mando, incluido el presidente de UHG.

Su tenacidad llamó la atención de algunas personas. “Sabía que la experiencia en enfermería de David, su título en Ciencias del Ejercicio y, sobre todo, su desbordante compasión, harían que encajara perfectamente en el Centro para Adultos Mayores de San Antonio”, dijo Eva Treviño, su supervisora y directora de servicios comunitarios para los adultos mayores.

“Desde el día que conocí a David supe que lo quería en mi equipo”, añadió Eva. “Él realmente se preocupa por el bienestar y la salud de las personas, y acepta cualquier desafío. Es el mejor ejemplo de no dejar que nada se interponga en nuestro camino. Es un honor trabajar con él”.

David enseña a los adultos mayores a elaborar un plan de acondicionamiento físico y a llevar un estilo de vida más saludable. “David ha influido en tantas vidas. En nuestro programa de ocho semanas, ha ayudado a infinidad de personas a fortalecerse y mejorar su movilidad”, dijo Eva. “Se sienten mejor. Muchos logran dejar la medicación y empiezan a llevar una vida mejor y más saludable”.

La pasión por el deporte – dentro y fuera del campo

La pérdida de gran parte de su vista no le impidió a David mantenerse activo. En cuanto se enteró de la existencia de un equipo de béisbol en San Antonio, se apuntó, no solamente como jugador sino también como co-capitán de los Jets de San Antonio. Recientemente, el equipo quedó en segundo lugar en el campeonato mundial.

El “beep baseball” es una forma de béisbol adaptado para ciegos y discapacitados visuales. Los jugadores confían en sus habilidades auditivas para golpear una pelota de béisbol que emite un pitido y recorrer las bases que zumban. Solamente el lanzador y el receptor pueden ver. David describe el juego como difícil. “Este juego puede ser duro para el cuerpo, así que enseñamos a los jugadores a protegerse de las lesiones”, comentó.

La pasión de David por los deportes para ciegos es muy intensa. Él y otras cinco personas crearon una organización sin fines lucrativos llamada Texas Adaptive Play Initiative (Iniciativa del Juego Adaptativo de Texas) que apoya los deportes para los discapacitados visuales.

“Nuestro objetivo es brindar apoyo financiero a cualquier tipo de deporte para ciegos en Texas. Queremos enseñar a los ciegos a superar el miedo a practicar deportes para ciegos”, dijo David. “Queremos eliminar los obstáculos que impiden que las personas sean activas”.

Un puesto en la mesa directiva

Debido a su dedicación a los Jets, a los deportes para ciegos y al bienestar de la comunidad, el presidente de la Asociación Nacional de Beep Ball lo propuso para formar parte de la mesa directiva. David fue elegido como miembro de la mesa directiva en agosto de 2022.

Quién es hoy en día

La vida familiar también mantiene a David ocupado. Él y su esposa desde hace casi 15 años, Crystal, tienen dos hijas, Emery de 20 años y Kaylie de 13, y dos hijos, David Jr., de 10 y Bryson de 7.

David tiene cataratas y sus retinas son frágiles. No está seguro de lo que le deparará el futuro, pero aprovecha cada momento, vive a plenitud y
es optimista. Siempre en movimiento, David está estudiando para obtener un título en administración de servicios de salud.

“El futuro se me presenta prometedor y me ofrece una enorme oportunidad de desarrollo y crecimiento, no solo como líder en el sector salud, sino como alguien que puede ofrecer lo mejor sí mismo para ayudar a los demás a llevar una vida sana”.