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Marie Kharifene

Coordinadora de voluntarios de la comunidad, Coordinación de la atención médica de WellMed, Houston

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“No sabía qué hacer”, comentó. “Normalmente no habría entrado, pero tenía que arriesgarme”.

Marie Kharifene pensó que se trataba de una visita rutinaria a un paciente de WellMed que había perdido el contacto con su equipo de atención médica de Houston. El anciano, que vivía solo, recientemente había sido dado de alta del hospital luego de una traqueostomía. Su asesor del paciente sabía que tenía dificultad para tragar y que había padecido neumonía.

No podía hablar, así que no podía contestar el teléfono. Su asesor se comunicó con el equipo de trabajadores comunitarios de la salud de WellMed para que le ayudaran a ponerse en contacto con él.

Cuando Marie fue asignada, ajustó su agenda para realizar una visita a domicilio el mismo día, Pero empezó a ponerse nerviosa cuando el GPS la llevó a las afueras de la ciudad y su conexión se volvió irregular.

Su ansiedad aumentó cuando descubrió que la casa rodante del paciente no tenía acceso para vehículos. Con nerviosismo dejó su coche para recorrer a pie los cinco minutos de camino hasta su casa, preocupada por la posibilidad de que un perro suelto u otro animal salvaje la atacara.

En cuanto Marie llamó a la puerta, escuchó unos ruidos fuertes en el interior de la casa rodante. Empezó a temblar de miedo.

“No sabía qué hacer”, comentó. “Normalmente no habría entrado, pero tenía que arriesgarme”.

Marie abrió la puerta de un empujón y encontró al paciente en el suelo con la ropa sucia, casi inconsciente, así que llamó al 911. Al principio, el personal no podía encontrar la casa rodante, así que Marie corrió por la carretera y encendió las luces de emergencia de su coche como señal de emergencia.

“Sentí un gran alivio cuando llegaron porque sabía que el paciente recibiría la ayuda que necesitaba”.

Cuando un paciente es difícil de localizar, los trabajadores comunitarios de la salud intervienen. Si no logran localizar a un paciente en la primera visita, dejan la información de contacto. Si siguen sin tener noticias del paciente, hacen una segunda visita.

En la actualidad, el equipo se pone en contacto con el 45.6% de los pacientes que se propone encontrar. Pero hacen algo más que conectar al paciente con su equipo de atención médica.

“Queremos asegurarnos de que nuestros pacientes reciban la atención que necesitan”, dijo Marie, que se encuentra en su primer año en WellMed. “Queremos ayudarles a estar bien y a evitar las estancias en el hospital. Además, si vemos que tiene una necesidad, como comida o un nuevo andador para sustituir un andador remendado con cinta, les hacemos saber cómo puede ayudar WellMed”.

Marie afirma que el trabajo es increíblemente gratificante. “Yo nací y crecí en N’djamena, Chad (África central), donde no había igualdad en la atención médica y las comunidades estaban desatendidas”, comentó.

A los 17 años se mudó a Houston, Texas con su familia. “Lo que me llevó a realizar este trabajo es mi pasión por ayudar a la gente”, añadió. “Esta experiencia me ha hecho ver que, como trabajadora comunitaria de la salud, estoy ayudando a mejorar el acceso a la atención y a reducir los ingresos hospitalarios”, dijo Marie. “Estoy contenta de tener la oportunidad de superar las expectativas de nuestros pacientes. Su bienestar es una prioridad de WellMed y estoy orgullosa de formar parte del equipo”.

El paciente de 77 años fue hospitalizado y dado de alta a su casa, donde sigue recuperándose con la ayuda del equipo de Cuidados de Apoyo.