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¿Por qué es importante hacerse una prueba de detección del cáncer de seno? Las pruebas de detección del cáncer de seno pueden ayudar a detectarlo antes de que se pueda sentir y antes de que cause síntomas. Cuando se detecta el cáncer de seno en una etapa temprana, es más fácil de tratar e incluso curar. Por eso, es muy útil seguir las recomendaciones para las pruebas de detección del cáncer de seno.

Mamografías

Una mamografía es el método de detección de cáncer de seno más común. Una mamografía, también conocida como mastografía, es un método de examen del tejido mamario utilizando tecnología de rayos X. Esta puede ayudar a identificar muchos tipos diferentes de cáncer de seno antes de que sean suficientemente grandes para sentirlos o causar síntomas. En la actualidad hay varios tipos diferentes de tecnologías disponibles.

Durante una mamografía, un tecnólogo radiólogo usa una máquina para comprimir suavemente el tejido mamario entre dos placas. Esto puede ser relativamente incómodo, sin embargo, todo el proceso toma solo unos pocos minutos.

Generalmente puede solicitar que se le realice una mamografía a su médico de familia, a un médico internista o a un proveedor de atención médica de la mujer.

¿Cuándo debo hacerme una mamografía?

Si sabemos que las mamografías son beneficiosas para la detección del cáncer de seno, ¿cuándo debe hacérsela? Hay algunos momentos en que conviene hacerse una mamografía. Estos son:

  • Si sigue las pautas generales de detección: El Grupo de Trabajo de los Servicios Preventivos de los Estados Unidos (USPSF, por sus siglas en inglés) recomienda que las mujeres de entre 40 y 74 años se realicen una mamografía de detección cada dos años. Esta es una herramienta de detección útil que puede brindarle tranquilidad.
  • Si tiene inquietudes específicas sobre el tejido mamario: Si tiene síntomas relacionados con los senos, como un nuevo bulto, cambios en la textura de la piel, nueva sensibilidad, cambios en el pezón, cambios en el tamaño o alguna otra cosa, una mamografía puede ayudar a proporcionar más información.

Imagen de resonancia magnética de seno

Una resonancia magnética de seno es una prueba de diagnóstico por imágenes que utiliza tecnología de imágenes para examinar el tejido mamario. Esta es una prueba de detección del cáncer de seno diferente a la mamografía tradicional, y se reserva para personas que tienen un mayor riesgo de desarrollar cáncer de seno (las personas que tienen un riesgo promedio de cáncer de seno deben hacerse una mamografía, no una resonancia magnética).

Una resonancia magnética mamaria puede mostrar imágenes más detalladas del tejido de los senos, lo que puede ayudar a encontrar cánceres ocultos. Sin embargo, también puede dar lugar a “falsos positivos” y pruebas y procedimientos innecesarios. Una resonancia magnética mamaria también es más costosa e invasiva que una mamografía porque utiliza un tinte de gadolinio por vía intravenosa para generar imágenes del seno. Esta es la razón por la que las resonancias magnéticas mamarias solo se recomiendan para personas que se considera que tienen un alto riesgo de desarrollar cáncer de seno.

Mamografías cerca de mí

Si es paciente establecido de un proveedor de atención médica, usted puede obtener monitoreo rutinario de la salud de los senos mediante un examen clínico de los senos. Este examen clínico es una forma metódica de revisar el tejido mamario para comprobar cualquier cambio o novedad. Durante un examen clínico de los senos, un proveedor de atención médica utiliza sus manos enguantadas para palpar el tejido mamario y el tejido de la axila, donde se encuentran importantes ganglios linfáticos vinculados al tejido mamario. Normalmente se realiza un examen clínico de los senos durante un chequeo de rutina, y después, puede recomendarse una mamografía para un diagnóstico general o por razones diagnósticas.

Si está buscando una “Mamografía cerca de mí”, asegúrese de consultar estos útiles recursos.

Preguntas frecuentes sobre las pruebas de detección del cáncer de seno

¿Cómo debo prepararme para una mamografía?

Es muy sencillo prepararse para una mamografía y esto ayuda a anticiparse a lo que necesitará durante el examen en sí. Dado que se examinará el tejido de los senos, se recomienda usar una blusa holgada y un sostén (bra) que sea fácil de quitar. Los expertos recomiendan evitar el uso de polvos, lociones, desodorantes u otras sustancias tópicas en o alrededor del tejido de los senos el día de su mamografía, ya que puede interferir con la generación de imágenes.

¿Cuánto tiempo dura una mamografía?

Una mamografía es un estudio breve. La generación real de imágenes del tejido mamario solo toma unos pocos minutos. Sin embargo, también es importante considerar el tiempo que lleva prepararse en la sala de examen. En total, una mamografía tarda aproximadamente 15 minutos. Dependiendo del centro mamográfico y de la disponibilidad de radiólogos que interpretan las mamografías, sus resultados pueden tardar desde unos pocos días hasta un par de semanas.

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