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3 de enero de 2020

By Carol Zernial, WellMed Charitable Foundation Executive Director
En la reciente Cumbre del Cuidado de Personas de la Fundación Caritativa de WellMed tuvimos la oportunidad de escuchar a la Dra. Liliana Oakes hablar sobre el impacto que tiene el estrés sobre la salud física y mental de las personas que cuidan de otra. Muchos hemos escuchado decir que el estrés es malo, pero realmente no estamos seguros de poder hacer algo al respecto. Después de todo, no podemos cambiar nuestra situación.

La Dra. Oakes, una doctora de Cuidados Paliativos de WellMed, con regularidad hace visitas a domicilio e interactúa con el familiar encargado de cuidar al paciente. Estos pacientes no se están muriendo, pero sí tienen necesidades complejas, enfermedades serias y con frecuencia padecen algún tipo de demencia o la enfermedad de Alzheimer.

Mientras la Dra. Oakes está de visita con su paciente que es la persona que recibe los cuidados, la persona cuidadora usa ese tiempo para andar recogiendo y limpiando la casa frenéticamente. ¿Nosotros alguna vez hemos hecho esto? La doctora dijo que regularmente le pide a la persona cuidadora que simplemente deje de hacer cosas y ocupe el tiempo para sentarse y tomar un descanso por unos cuantos minutos. La limpieza puede esperar. Sí puede.

¿Por qué les pide a los cuidadores que no hagan nada y descansen? El estrés continuo sin tiempo de relajación causa daño permanente al cerebro. Nuestro cerebro también necesita tiempo para relajarse. En otras palabras, si no disminuimos nuestro estrés, nos sentiremos como si nos persiguiera un león constantemente. Cuando eso pasa, nos enfermamos más seguido. Sufriremos de ansiedad y depresión. No podremos lidiar con el día a día de nuestra vida.

Y cuando lleguemos al final del camino de cuidar de otra persona, nuestro cerebro no regresará al estado de antes. Habremos quedado reprogramados permanentemente.

La Dra. Oakes nos recordó la parte de la oración de la serenidad que dice, “Dios concédeme la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, valor para cambiar las que puedo, y sabiduría para reconocer la diferencia”. Ella nos pidió que dejáramos de tratar de controlar todo, y que solo controláramos una cosa a la vez. Me gusta el objetivo de concentrarnos en una sola cosa.

Las cosas que no podemos controlar son como la gravedad. Debemos desafiar las leyes de la física para poder cambiar estas cosas. Ahora, piense en el alivio que sentirá al tratar de controlar solamente una cosa. Esa sola cosa podría ser un horario de medicamentos problemático. Si tantas pastillas nos están volviendo locos, esta podría ser esa única cosa. Podríamos encontrar una aplicación para el teléfono, una nueva caja para pastillas o programar una cita con el médico para ver si es posible reducir la cantidad de medicamentos.

Esa sola cosa podría ser por uno mismo, por nuestro bienestar físico o mental. Podría ser apartar 30 minutos al día para hacer algo que deseamos hacer. ¿Tenemos algún amigo, vecino o pariente que pudiera venir a cuidar a nuestro ser querido por solamente 30 minutos? Podríamos dedicar esos 30 minutos a tomar una linda siesta, leer un capítulo de un libro, trabajar en el jardín o salir a caminar.

Es más fácil enfocarse y encontrar posibles alternativas para una sola cosa que para 100 cosas. Esa sola cosa podría ser una cosa grande en la que trabajemos durante un tiempo prolongado. O podría ser una cosa pequeña que logremos y podamos celebrar victoriosamente para luego pasar a otra única cosa.

Cuidar de otra persona efectivamente conlleva aceptar muchas cosas: hay que aceptar el padecimiento de nuestro ser querido como una nueva normalidad, aceptar nuestras propias limitaciones, aceptar las cosas que no podemos cambiar. Cambiar nuestro enfoque para concentrarnos en una sola cosa a la vez es una forma de liberarnos de las cosas que son como la gravedad. Concentrarnos en una sola cosa nos da más claridad y enfoque. Concentrarnos en una sola cosa es justo lo que recetó la doctora.

Carol Zernial, directora ejecutiva de la Fundación Caritativa de WellMed es una renombrada gerontóloga, presentadora de un programa de radio y presidenta emérita del Consejo Nacional para el Envejecimiento. La Fundación Caritativa de WellMed no lucrativa se enfoca en programas gratuitos para los adultos mayores y los familiares que les cuidan, e incluyen sesiones semanales de aprendizaje por vía telefónica, clases comprobadas para eliminar el estrés y más. Infórmese más en www.CaregiverSOS.org o llame sin cargo al 1-866-390-6491.

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