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Dra. Jacqueline Champlain

Revisión médica a cargo de:
Dra. Jacqueline Champlain

La diabetes tipo 2 es una afección crónica en la cual el cuerpo se vuelve resistente a la insulina y no produce suficiente para regular el azúcar en sangre.

10 de junio de 2025

Cuando usted oye a las personas hablar de la “diabetes tipo 2,” podría relacionarlo inmediatamente con el sobrepeso o la obesidad. Si bien es cierto que tener exceso de peso es un factor de riesgo importante, la diabetes tipo 2 no ocurre solo en personas con un índice de masa corporal (IMC, o BMI, por sus siglas en inglés) más elevado. Aunque parezca delgado o tenga un peso saludable, aun así, puede presentar diabetes tipo 2. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), alrededor del 10% de las personas con diabetes tipo 2 tiene un peso normal.1 Esto indica que existen otros factores que influyen en el desarrollo de la diabetes además del peso.

¿Qué es la diabetes tipo 2?

La diabetes tipo 2 es una afección crónica en la cual el cuerpo se vuelve resistente a la insulina y no produce suficiente para regular el azúcar en sangre. La insulina es una hormona producida por el páncreas que ayuda a que la glucosa entre en las células para producir energía. Cuando las células no responden de manera eficaz a la insulina, la glucosa se acumula en el torrente sanguíneo, causando altos niveles de azúcar en la sangre.

Los altos niveles de azúcar en la sangre pueden llevar a complicaciones graves con el tiempo, incluyendo enfermedades del corazón, daño renal, problemas nerviosos y problemas de visión. La diabetes se asocia comúnmente con elecciones de estilo de vida, como una dieta poco saludable, falta de ejercicio y exceso de peso. Sin embargo, ¿sabía usted que los aspectos genéticos y otros factores ocultos también pueden desempeñar un papel significativo?

¿Piensa que es demasiado delgado para tener diabetes? Recapacite.

Probablemente haya escuchado la creencia común de que solo las personas con sobrepeso u obesidad padecen diabetes tipo 2. Es posible que este mito provenga de la evidente relación entre la obesidad y la diabetes, ya que los estudios muestran que la obesidad aumenta el riesgo de desarrollar esta afección. La verdad es que tener un peso normal no hace que sea “immune” a ella. Las personas pueden presentar diabetes tipo 2 independientemente de su peso corporal, especialmente si tiene otros factores de riesgo, como aspectos genéticos, una mala alimentación o un estilo de vida sedentario.

¿Por qué puede desarrollar diabetes una persona delgada?

Existen varios factores que intervienen en el hecho de que pueda desarrollar diabetes tipo 2 aunque tenga un peso normal.

  • Aspectos genéticos. Los aspectos genéticos desempeñan un papel importante en el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. Si usted tiene antecedentes familiares de la enfermedad, podría ser más propenso a padecerla, independientemente de su peso corporal. El riesgo de por vida de padecer diabetes es del 40% si su padre o madre tiene diabetes, pero aumenta al 70% si ambos la padecen.2 Ciertos grupos étnicos, como los asiáticos del sur, los nativos americanos y los afroamericanos también tienen un mayor riesgo genético.
  • La grasa visceral. La grasa visceral almacenada en el cuerpo importa más que el peso corporal total cuando se trata del riesgo de diabetes,3,4 ya que la grasa que rodea los órganos internos es especialmente perjudicial porque produce sustancias inflamatorias que pueden contribuir a la resistencia a la insulina. Incluso si su peso es normal, tener una alta cantidad de grasa visceral, a menudo conocida como “delgado por fuera, gordo por dentro” o TOFI (por sus siglas en inglés), puede aumentar el riesgo de diabetes.
  • Un estilo de vida sedentario. Aunque no tenga sobrepeso, la falta de actividad física puede elevar el riesgo de desarrollar diabetes.5 El ejercicio regular mejora la sensibilidad a la insulina y ayuda al cuerpo a utilizar la glucosa de manera más eficaz.
  • Alimentación. Una mala alimentación con una dieta alta en carbohidratos refinados y alimentos azucarados puede causar picos de azúcar en sangre y dar lugar a la resistencia a la insulina con el tiempo.6 Una mala alimentación puede causar problemas, aunque usted sea delgado.
  • La edad.La edad es un factor de riesgo de diabetes de tipo 2. A medida que envejecemos el cuerpo procesa la glucosa de forma menos eficaz, aumentando el riesgo de resistencia a la insulina.
  • La diabetes gestacional (durante el embarazo). La diabetes gestacional ocurre cuando los niveles de azúcar en sangre se elevan durante el embarazo, aunque usted no haya tenido diabetes antes, y afecta aproximadamente al 9% de los embarazos en los Estados Unidos cada año. Esto es algo que debe tener en cuenta: casi la mitad de las mujeres que padecen diabetes gestacional presentan diabetes tipo 2 más adelante en la vida.7

¿Cómo puede reconocer las señales de advertencia?

Si usted tiene un peso normal y padece diabetes tipo 2, posiblemente no encaje en la imagen típica de alguien con diabetes. Esto puede ocasionar un retraso en el diagnóstico, ya que usted o el proveedor médico podrían no sospechar inmediatamente de la diabetes. Sin embargo, reconocer los síntomas a tiempo puede prevenir considerablemente las complicaciones y controlar la afección de manera eficaz.

  • Orinar con frecuencia: Si usted tiene la necesidad de ir al baño más frecuentemente de lo habitual, especialmente por la noche, podría ser una señal de que el cuerpo está tratando de deshacerse de la glucosa extra a través de la orina.
  • Sed excesiva: Además de orinar con frecuencia, sentir constantemente sed es la respuesta del cuerpo a la deshidratación provocada por altos niveles de azúcar en sangre. Es posible que sienta la necesidad de beber agua todo el tiempo sin sentirse satisfecho.
  • Pérdida peso sin proponérselo: Perder peso sin proponérselo podría indicar que el cuerpo está degradando músculo y grasa para obtener energía por no poder usar la glucosa con eficacia.
  • Agotamiento: El agotamiento constante o falta de energía, incluso después del descanso, puede resultar en la incapacidad del cuerpo de convertir la glucosa en energía de forma adecuada.
  • Vista borrosa: Los niveles altos de azúcar en sangre pueden causar inflamación en las lentes oculares y ocasionar cambios temporales en la vista.
  • Heridas o infecciones que tardan en sanar: Los altos niveles de azúcar en sangre perjudican la capacidad del cuerpo de sanar y combatir infecciones, por lo que, cortadas, moretones o infecciones pueden tardar más tiempo en sanar.

Ignorar estos síntomas podría ocasionar que la diabetes avanzara sin control aumentando el riesgo de complicaciones a largo plazo, como daño a los nervios (neuropatía), enfermedad renal, cardiopatías y pérdida de la vista.

Si nota alguno de estos síntomas, consulte a su proveedor médico, ya que podría recomendar análisis de sangre, como la de glucosa en sangre en ayunas, la hemoglobina A1c o una prueba oral de tolerancia a la glucosa para confirmar el diagnóstico. La prueba de glucosa en sangre en ayunas mide los niveles de azúcar en sangre después de un ayuno de un día para otro. Un resultado de 126 mg/dL o más normalmente indica diabetes. La prueba de la hemoglobina A1c refleja los niveles de azúcar en sangre durante los últimos tres meses. Si tiene un nivel de 6.5% o más sugiere diabetes. Por su parte, la prueba oral de tolerancia a la glucosa (OGTT, por sus siglas en inglés) evalúa la forma en que el cuerpo procesa el azúcar después de beber una solución de glucosa. Un nivel de azúcar en sangre de 200 mg/dL o más dos horas de la prueba indica diabetes.

Cómo prevenir la diabetes tipo 2 en personas delgadas

Hay ciertos factores de riesgo que no se pueden cambiar, como los genéticos o la edad, pero usted puede reducir sus probabilidades de padecer diabetes tipo 2 si toma algunas medidas anticipadas:

Siga una dieta saludable

Siga una dieta equilibrada que incluya bastantes verduras, frutas, granos enteros (cereales), proteínas magras y grasas saludables. Limite los carbohidratos refinados, las bebidas azucaradas y los alimentos procesados. Por ejemplo, consuma alimentos ricos en fibra, como avena y legumbres que pueden ayudar a regular los niveles de azúcar en sangre.

Manténgase físicamente activo.

Procure hacer al menos 150 minutos a la semana de ejercicio aeróbico de intensidad moderada, como caminar, andar en bicicleta o nadar. Un estudio halló que las personas con un estilo de vida sedentario, independientemente de su peso, tienen casi el doble de riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 que las personas activas.5 Los ejercicios de entrenamiento de fuerza, como bandas de resistencia o levantamiento de pesas pueden ayudarle a aumentar la masa muscular y mejorar la sensibilidad a la insulina.

Vigile su salud

Programe chequeos periódicos para identificar factores de riesgo de manera temprana. Si tiene antecedentes familiares de diabetes, hable con su proveedor médico sobre opciones de pruebas de detección. Un sencillo análisis de sangre puede ayudar al proveedor médico a evaluar el riesgo de resistencia a la insulina o diabetes.

Controle el estrés

Cuando usted está estresado, el cuerpo libera una hormona llamada cortisol que le ayuda a responder a los desafíos inmediatos; sin embargo, el nivel prolongado de cortisol puede provocar resistencia a la insulina al afectar la capacidad del cuerpo de regular el azúcar en sangre eficazmente.

Practique actividades que reduzcan el estrés, como yoga, meditación o ejercicios de respiración profunda. La disminución de los niveles de estrés ayuda a regular el cortisol y reducir el riesgo de diabetes.

Dé prioridad al sueño

Procure dormir bien de 7 a 9 horas cada noche. Establezca un horario de sueño regular y cree una rutina nocturna. En un estudio se halló que las personas con patrones de sueño más irregulares tenían un 34% más de probabilidades de padecer diabetes.8

Deje de fumar

Si usted fuma, el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 es un 30 o 40% más alto en comparación con los no fumadores.9 Sin embargo, la buena noticia es que cuando deja de fumar el cuerpo empieza a controlar los niveles de azúcar en sangre de manera más eficaz en tan solo 8 semanas.10

Cómo vivir con diabetes tipo 2

Si le diagnostican diabetes tipo 2, no se asuste. Controlar la diabetes siendo una persona con peso normal conlleva las mismas estrategias fundamentales que para quienes tienen sobrepeso: una dieta equilibrada, actividad física regular, monitoreo de la glucosa en sangre y control del estrés. Mientras que algunas personas pueden controlar su afección solo con dieta y ejercicio, muchos requieren medicamentos para mantener la glucosa bajo control.

Si tiene síntomas de orinar con frecuencia o agotamiento, considere la posibilidad de ponerse en contacto con su proveedor médico. Recuerde que la diabetes puede afectar a cualquier, por lo que reconocer las señales a tiempo puede influir considerablemente en su detección precoz y control.

Controlar la diabetes tipo 2 implica más que simplemente controlar los niveles de azúcar en sangre, se trata de adoptar un enfoque integral. En WellMed, nuestro equipo de expertos está a su disposición para ayudarle en todo momento. Ofrecemos pruebas de detección completas, planes de tratamiento personalizados y atención compasiva que se adapte a sus necesidades particulares. Ya sea que busque orientación preventiva o necesite controlar la diabetes, colaboraremos con usted para elaborar un plan que le funcione a usted.

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Fuentes:

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